miércoles, 6 de mayo de 2009

Síndrome de Pinocho

Sabina nos martilló el cerebro para clavarnos sabiduría. Algunas veces, el amor está construido de mentiras piadosas. Conozco a sinfines con el síndrome de Pinocho. Miren la inocencia del muñequito de madera y recuerden que al quien mienta se lo comerá una ballena. Cómo van volando las mentiras piadosas como moscas entre la basura.






"Y las caricias que mojan la piel y la sangre amotinan se marchitan cuando las toca la sucia rutina. Y cuando por la quinta cerveza le hablé de esa chica que me hizo perder la cabeza estalló, vas a callarte de una vez por favor. Y así fue como aprendí que en historias de dos conviene a veces mentir que ciertos engaños son narcóticos contra el mal de amor."

miércoles, 29 de abril de 2009

¿Dónde está su coño?: la historia de Fisulina y aquel novio hermafrodita

Hay historias de ornitorrinco. Que no se definen porque son una mezcla de la coincidencia, lo absurdo y lo inimaginable. Esta es una de ellas. De las que se cuentan para romper el silencio en un bar o de las que sueltas para coronarte de freaky, simplemente. Hoy elegimos la segunda.

Había una vez una riojana que buscaba al hombre perfecto. Vivía en una ciudad tatuada por el río Tormes. Donde su único lazarillo era el mal olfato que la dejó ciega de amor. Érase una vez una riojana que buscaba al hombre perfecto y tanto suplicó que encontró a un romano encantador.

Se conocieron de noche en un bar y no durmieron. Ella simulaba ser la torre de Pisa. Él balbuceaba repitiendo un olé en cada frase. Se acercaron lo suficiente. Francesco la besó del mismo modo que se succiona un spaghetti. Pero a ella no le parecía una mueca ridícula y desagradable. Fisulina respondía moviendo los dedos como si fueran trinches con macarrones. Estaba ciega sin lazarillo y él disimuló con calma. Francesco regresó a Roma, 48 horas después, con las hormonas revueltas, sintiéndose más (se)XY que nunca.

Pero no fue totalmente sincero. Digamos que a Francesco, de pequeño, le sobraban ciertas partes.. ¿Era posible aquello? Hasta los 18, fue hombre y mujer al mism tiempo. Luego, le extirparon los órganos femeninos. Franceso era hombre; antes, un hermafrodita de lujo. Fisulina recibió el secreto de Francesco por Facebook. Fisulina atravesó el pasillo de nuestro piso. Cacareando y moviendo las alas nos lo contó. “Entonces, ¿soy lesbiana?”. Silencio. Fisulina era una chica particular, lo apropiado para recibir en un bar aquel exótico regalo de la naturaleza. Nadie se animaba a responder. No había manera de decirle, sí, Francesco parece mujer. Es que mirábamos a la pared recordando tanta mata de pelo en el pecho que sobresalía de su camiseta. En eso, cuando estábamos a punto de cambiar la conversación para hacer de la sobremesa una situación de simple seres humanos, Chani explotó con su clarísimo acento alemán: “¿Dón-de-es-tá-su-co-ño?” Fue allí cuando Fisulina viró los ojos para luego hacerlos pequeñitos y concentrarse. Érase una confundida riojana que exigía una explicación.

Los que presenciamos estas escenas decidimos contar el drama de Fisulina hasta aquí. De la anécdota quedó un ligero trauma que se cura con salidas compulsivas para correr, un viaje a Roma y un pasaje a nombre de Francesco XXXXX comprado por Fisulina. Todavía espera conocer a un homónimo para vendérselo. No hay más detalles. Si me ves por ahí, ya te cuento.

martes, 21 de abril de 2009

Todo Incluido

Tardaba una hora para llegar a la calle San Bernardo. Iba todos los meses a una agencia peruana a recoger la plata que me mandaban mi padres. Era poco. Pero lo suficiente para dar un paseo por la ciudad y detenerme en algún bar para tomar una caña. No hablaba con nadie, salvo que se me acercaran. Fueron tres los chicos, dos los jubilados y una niña que sostenía un globo rojo. A todos los recibí con una sonrisa amable para obviar el rato amargo del disculpe, no tengo cambio, no sé dónde está esa calle y no quiero ser tu amiga.
Yo estudiaba sin trabajar. Me rascaba literalmente la panza en la cuesta hacia Callao. Conmigo, siempre. Vivía tranquila y sin deporte. Aún así, creo que muchas mujeres tenían más suerte que yo. Vivían en el centro de la ciudad, hacían amigos por teléfono y nunca pagaban el trago. O a lo mejor, yo era afortunada y sin saberlo. A pesar de la crisis y la poca pasta, invertía mis calorías en paseo.
Ahora estoy en Lima mientras ellas trabajan ejercitándose por 50 euros todo incluido. Deben hacer amigos para rascarles la panza. En Perú, podrías ver este anuncio en los diarios. En España, es imposible. A volantear, a volantear. Colocar todos los datos en una hoja a impresión dúotono. Más barato. Oh! San Bernardo, qué ocultas tenías a tus putas (hasta las que van andando).

Muchísimas gracias a J. El casi amigo de estas chicas con el departamento chulísimo. Todavía no las ha ido a visitar, pero ellas ya abrieron los brazos a una futura amistad. En una hoja de papel y con luna llena al medio.

sábado, 18 de abril de 2009

Hormigas en Veda

No todas las hembras necesitamos machos. Al menos, eso ocurre con las hormigas amazónicas 'Mycocepurus smithii'. Estos inteligentes bichos son capaces de reproducirse sin ayudita. Es una especie feliz y sin sexo opuesto. Se reproducen solas. ¿Cómo? Por clonación.

Vamos a imaginarlo. Si te conviertes en una esas hormigas y sigues con ese antojo de ser madre, más te vale que seas la reina. Las reinas son las únicas que tienen descendencia. Si prefieres estar en veda y no sacrificar tu cuerpo ni tus nervios criando churumbeles, con ser obrera te vale. Serás estéril y lo mejor de todo es que serás igualita a tu reina.

Todas las hormigas de la colonia son exactas a ella. No hay razón para la envidia.

La mejor parte del asunto es que estas hormigas han encontrado alimentación aliada: comen un hongo que también es asexual. Las “M smithii” se han adaptado lo suficiente para hacer que la reina controle qué comer y que no, además de toda la casta de la colonia.

Se supone que las hembras no están sometidas a los trámites burocráticos del apareamiento. No pierden el tiempo en ello. Lo dedican de lleno a su labor recolectora. Qué bonito se siente saber que, aunque sean pequeñitas, no me siento tan sola en el mundo.

viernes, 17 de abril de 2009

Lo tienes que hacer


C es una chica muy exigente para encontrar a uno e intentar quedarse con él. C no se compromete.
C ha tenido pretendientes para aburrir.
C no necesita utilizar este perfume.
Por eso, está completo.
Pero ahí está.

miércoles, 15 de abril de 2009

Solo para Señoritas

Hay volantes que se entregan a todo el que pase por la avenida Larco. Hay otros que tienen detrás un nicho de mercado. No digo más. Solo suelto un detalle. Aquella gordita de polo rojo que me tocó el hombro. “Señorita, para usted”. Y se fue como un ángel.



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